El Obispo de Chilpancingo-Chilapa, Monseñor Salvador Rangel Mendoza, no fue víctima de un secuestro exprés, según reveló el comisionado estatal de seguridad pública, el Almirante José Antonio Ortiz Guarneros. La verdad salió a la luz después de que el clérigo fuera encontrado en un motel de Cuernavaca donde ingresó el fin de semana con un hombre.
Los reportes policiales indican que Rangel Mendoza se encontraba en buen estado de salud cuando ingresó al hotel en Ocotepec el sábado por la tarde. Su desaparición provocó preocupación, con la Conferencia del Episcopado Mexicano solicitando investigaciones para localizarlo.
El fiscal estatal y representantes de la Diócesis de Cuernavaca lo identificaron en un hospital donde fue llevado por inconsciencia. Sin embargo, los exámenes toxicológicos revelaron consumo de cocaína y benzodiacepinas, y se encontraron pastillas de sildenafil en la habitación.
El comisionado de seguridad pública desmintió la versión de la fiscalía, cuestionando por qué se aventuraron a declarar que se trató de un secuestro exprés. La situación continúa siendo objeto de investigación para aclarar los hechos.