El último rinoceronte blanco del norte macho murió en Kenia con 45 años, anunciaron ayer sus guardianes, lo que deja a dos hembras como únicas supervivientes de esta subespecie.
El rinoceronte, llamado Sudan, sufría desde hacía tiempo complicaciones de salud debido a su avanzada edad y cuando su estado se agravó considerablemente “el equipo veterinario tomó la decisión de practicarle una eutanasia”, informó en un comunicado la reserva natural Ol Peteja de Kenia, donde vivía.
Cuando Sudan nació en 1973 en Shambe, en Sudán del Sur, había unos 700 ejemplares vivos.
En teoría, la muerte de Sudan sella la extinción de esta subespecie de rinoceronte. Sin embargo, los científicos han recopilado su material genético y están intentado desarrollar técnicas de fertilización in vitro para preservar a esta subespecie.
Una especie cazada
Sudan vivió los últimos años en una reserva de 36.400 hectáreas en el centro de Kenia, junto a las dos rinocerontes hembras de esta subespecie, protegido de los cazadores furtivos por guardias armados.