Estambul.- Soldados turcos
ingresaron en una región del norte de Siria controlada por los kurdos, en el
segundo día de una gran ofensiva contra la milicia kurdo-siria, considerada
“terrorista” por Turquía, con el riesgo de agravar el conflicto que asola al
país.
Citado por medios turcos, el
primer ministro Binali Yildirim anunció que los militares entraron en
territorio sirio en la región de Afrin, controlada por la milicia kurda de las
Unidades de Protección del Pueblo (YPG), también atacada por la aviación y la
artillería de Ankara.
SIN APOYO DE SUS ALIADOS
Turquía está sola en esta
aventura. Sus aliados, los demás países miembros de la OTAN, han pedido a
Erdogan que se eche atrás. Sólo Rusia parece estar de acuerdo.
La ofensiva turca corre el
riesgo de tensar aún más las relaciones entre Ankara y Washington, que este
domingo llamó a la “contención” a Turquía.
Estados Unidos apoya una
coalición kurdo-árabe, de la que forman parte las YPG, para combatir a los
yihadistas del grupo Estado Islámico (EI).
El ministro de Defensa estadounidense,
Jim Mattis, afirmó que Ankara había avisado a Washington antes de lanzar su
ofensiva y consideró que las preocupaciones de seguridad de Turquía eran
“legítimas”.
En el segundo día de esta
operación, bautizada: Rama de Olivo, el ejército turco afirmó haber destruido
“45 objetivos”, entre ellos escondites de armas.
Según el Observatorio Sirio
de Derechos Humanos (OSDH), 18 personas, la mayoría civiles, murieron en los
bombardeos desde su inicio el sábado. Ankara afirma que sólo alcanzó a
“terroristas” y acusa a las YPG de “propaganda”.
El domingo, el OSDH informó
de la muerte de al menos 11 civiles, entre ellos cinco niños, en los ataques de
la aviación turca.
En una advertencia inédita,
el presidente Recep Tayyip Erdogan afirmó que cualquiera que se manifestara en
Turquía contra la ofensiva “pagaría un alto precio”.
Un corresponsal de la AFP en
zona turca vio este domingo cómo cuatro piezas de artillería turcas abrían fuego
en dirección de los pueblos de la región de Afrin, y un convoy de tanques y de
militares turcos esperaban para entrar en Siria.
Los combatientes kurdos “van
a huir y nosotros los perseguiremos”, lanzó Erdogan durante un discurso en
Bursa (noroeste). “Si Dios quiere, terminaremos esta operación en muy poco
tiempo”, añadió.