La Corte Nacional de
Justicia de Ecuador condenó el miércoles a seis años de prisión al
vicepresidente Jorge Glas tras encontrarlo culpable del delito de asociación
ilícita para delinquir en el marco de la trama de corrupción organizada por la
empresa brasileña Odebrecht.
El juez Edgar Flores hizo
pública la sentencia, en la cual señaló que Glas favoreció contratos públicos a
cambio del pago de retribuciones de Odebrecht, una compañía que también ha sido
señalada de incurrir en actos de corrupción en otros países de la región.
En el caso fueron acusados
nueve personas, pero sólo se ordenó prisión de seis años para cinco de ellos,
incluido Glas. Al resto se les condenó sólo a 14 meses de cárcel, tras
considerar que colaboraron con la justicia, y a uno se le dejó en libertad.
También se condenó a Glas y
al resto de acusados al pago de 33,5 millones de dólares, monto que Odebrecht
reconoció haber entregado como coima a funcionarios públicos ecuatorianos a
cambio de obras de infraestructura.
El abogado de Glas, Eduardo
Franco, calificó la decisión del tribunal de “injusta, inicua y bárbara” y
anunció que apelarán y pedirán suspender la pena.
El fiscal general, Carlos
Baca, comentó que la Corte pidió a su oficina abrir nuevas investigaciones
sobre otras infracciones contra el Estado por parte de Glas y otros
funcionarios.
A pesar del proceso legal,
Glas ha dicho que no renunciará a su cargo y sigue siendo vicepresidente debido
a que la ley en Ecuador dispone que ese cargo sólo queda vacante por renuncia,
luego de tres meses de abandono --que se cumplen el 2 de enero-- o por decisión
de las tres cuartas partes de los miembros de la Asamblea tras un juicio
político, lo cual no ha ocurrido.
Este es el primer caso
relacionado con la corrupción propiciada por Odebrecht que llega a una
sentencia en Ecuador.
Medio centenar de
simpatizantes gritaban a favor de Glas y agredieron con palos y botellas a la
prensa, mientras decenas de ciudadanos exigían a gritos la máxima pena en las
afueras de la Corte, donde se desplegó un fuerte operativo policial.
El vicepresidente también es
investigado por otros presuntos delitos como cohecho y enriquecimiento ilícito.
Debido a las sospechas de corrupción, el presidente Lenín Moreno despojó a Glas
de todas las funciones administrativas desde inicios de agosto.
Odebrecht reconoció que
entregó 33,5 millones de dólares en sobornos a funcionarios públicos
ecuatorianos a cambio de la concesión de obras estatales, pero recientemente la
Procuraduría aseveró que los pagos ilegales habrían alcanzado 50 millones.