La trágica historia comenzó, cuando
el viernes pasado la pequeña fue a la tienda a las 21:30 horas y ya no regresó
a su casa.
Los familiares de Joana bloquearon la
autopista Celaya- Querétaro, en el tramo de la entrada a la colonia Juan Pablo
II, porque aseguraron que no habían tenido apoyo de la autoridades
ministeriales para buscar a la niña.
Las autoridades ministeriales
realizaron un operativo en el que detuvieron a un sospechoso en las
inmediaciones de la zona donde Joana Lizbeth fue reportada como desaparecida.
Ya por la noche de este mismo día,
entre las 20:00 y 20:30 horas se recibió un reporte al número 911 de
emergencias que alertó a la Policía Municipal del hallazgo de un cadáver en la
calle Tulipán de la colonia Jardines, Primera Sección, cerca de las vías del
tren.
La Procuraduría de los Derechos
Humanos del Estado de Guanajuato abrió el expediente 75/2017/C2 mediante el
cual se decretó una medida precautoria tras el homicidio de la niña, Joana
Lizbeth Colín Olalde.
También se informó que los padres de
la niña serían inscritos en el Registro de Víctimas, lo que les permitiría
recibir medidas de atención y ayuda inmediata como, asesoría legal, atención
psicológica y apoyo de gastos funerarios.
En una casa humilde, con tres cuartos
de concreto, ubicada en la calle San Juan 119 es donde vivía la pequeña Joana
con su mamá Karina Colín, su padre Salvador Hernández, su hermano de 13 años y
su abuelita.
En la cama donde dormía, yace una
jirafa de peluche, con la que dormía y la cuál ya no abrazará más .
Elisa Olalde González, abuela de de
la pequeña, recordó que el vienes le dio de comer salchichas con jitomate antes
de que saliera a la calle y después ella se retiró a su cuarto. Mientras que la
niña se quedó con su mamá. Después familiares impidieron que siguiera hablando
con los medios de comunicación.
Aunque fuera de cámaras recuerda a su
nieta como una niña alegre que le gustaba bailar y cantar. Narró que ella
estaba muy contenta pues ya regresaría a la escuela. Cursaría primero de
primaria. Además de que el próximo 10 de octubre cumpliría 7 años.
Uno de sus tíos comentó que Joana era
una niña muy querida por los vecinos, pues era muy sociales y quienes a su vez
están muy enojados por lo sucedido.
Por su parte la señora Ana Laura
Martínez, accedió a hablar un minuto con este medio y entre lágrimas la recordó
como una niña tranquila.
La vecina mencionó que convivía mucho
con su nieta, y ella la cuidaba, e incluso le daba de comer cuando su madre
tenía que salir a trabajar.
Recordó que la noche que desapareció
a donde fueron a buscarla fue a su casa, pero ese día no había ido en todo el
día.
Ana Laura recalcó que ahora su lucha
será para que detengan a el o los responsables y es que ningún niño o niña merece
que les hagan algo, así como se lo hicieron a Joana Lizbeth.
Cabe señalar que en el predio donde
se localizaron los restos de un helado que la niña compró en una tienda antes
de ser raptada, además de ropa de adulto donde vive el hombre detenido el sábado,
sigue acordonado y custodiado por una patrulla de la Policía Municipal.