Ciudad de México.- A José Israel Martínez Fernández no lo mataron por nexos con el crimen ni por una riña, sino por no pagar renta.
Su cadáver fue hallado el 13 de febrero dentro de una bolsa y acomodado en una caja, la cual fue abandonada en “La Fortaleza”, una unidad habitacional que, históricamente, es foco rojo de violencia.
Pese a que José Israel, de 40 años de edad, había estado en el Reclusorio Sur por robo y delitos contra la salud, las investigaciones arrojaron que no lo habían matado por nexos con el crimen ni por una riña, sino que fue ultimado por su casera.
El hombre rentaba un pequeño apartamento en la calle Granada, pero desde hace unos meses dejó de pagar el alquiler y la dueña del lugar lo amenazó de muerte.
Avances en la indagatoria CUH-3/UI-1S/D/67/02-2017 refieren que la mujer le comentó a algunos de sus conocidos que pagaría a sicarios del Barrio Bravo para que terminaran con la vida de su inquilino.
Días después, José Israel fue privado de la libertad y asfixiado; su cuerpo presentaba una herida en la cabeza hecha con un machete.
El hallazgo de la caja tuvo lugar alrededor de las 18:00 horas del pasado 13 de febrero, en el estacionamiento de “La Fortaleza”, en la Avenida Peñón y Avenida del Trabajo.
La víctima fue miembro de una pandilla, acorde con las indagatorias, y pasó algunos años en la prisión, bajo la partida 2743RS-12, pero en su entorno, el único amago real resultó venir de su casera.
Agentes de Investigación rastrean a la mujer, a quien vinculan con un grupo delictivo de la zona.